Lo primero que se nos viene a la mente es la idea de viajar. Y ahí es cuando aparecen las personas especiales que dicen: «ooo tengo muchas ganas de viajar, lo necesito». Luego responde la persona que se motiva con la idea: «Ya, Vamos y lo organizo más encima». Y así comienza todo. Unos cuantos Wathssap a los primeros amigos para conformar el equipo de viaje y listo.
Esta es la historia que nombramos #Trip «Road and waves». Cuatro personajes que no lo pensaron dos veces para involucrarse en una experiencia que para muchos fue nueva y para otros un vuelta a las raíces de los pioneros del surf chileno, esas que le gustaba viajar a lugares perfectos, con olas y sabores que no se pueden describir en este humilde y simple texto.
Cinco fueron los spot que se recorrieron durante una semana de viaje, cuatro olas disfrutadas en forma casi perfecta, algunas de ellas demostrando su nivel de talla mundial pese al poco tamaño que entregaba el swell norte que nos persiguió durante todo el viaje.
Dos días de una punta perfecta en donde los personajes como Don Tito, nos hizo aterrizar a un mundo en donde la simpleza y la experiencia junto al mar marcan la pauta de una vida que todos queremos vivir.
Tito de la Pulgas era el protagonista, ese que conocía a Ramón en sus inicios, el que vivió por veinte años junto a la ola con toda su familia, ese que todos los veranos se instalaba en el bosque para disfrutar del buen clima y de las bondades que nos entrega el mar.
Sin duda una persona libre, con muchas historias bajo el brazo y mucha vida por seguir disfrutando.
Don José Adan Salgado, 89 años a su haber, dueño del lugar en donde acampamos y pasamos el año nuevo juntos, su chancha llamada “Muñeca” nos comió hasta el pescado , el galló nos cantó a las 6 de la mañana en punto y la música de la naturaleza nos terminó de enseñar que la vida en el sur marcha a otra velocidad.
Experiencia varias podemos mencionar que pasaron por nuestro trip, desde manchar todo el auto con el liquido de la sierra, de nos poder salir de la arena con el jeep, hasta un entuerto con locales de la zona, fueron los condimentos de esta historia , que no podía termina sin la guinda, en este caso muchas guindas
Un asado con los amigos en Pichilemu ya de vuelta al hogar y el saludo de la ballenas al terminar el viaje en Punta de Lobos.
Una semana, noches estrelladas, luna emergentes y brillantes y el surf regalándonos momentos inolvidables, marcan un viaje que no olvidaremos fácilmente.
De todo corazón les deseamos un feliz 2016, para nosotros fue un agrado comenzar este año volviendo a las raíces del surfista pionero, ese que viaja, descubre y comparte con sus amigos de olas.
«Road and waves» culmina aquí.
Sigues las fotos del viaje Aquí.
Galería : www.flickr.com/latinwave
Fotos y texto: Fernando Catado / Staff Latinwave Comuniciones