Decidimos terminar con el encierro e ir en busca de nuevas olas y nuevas experiencias. Algo que estábamos acostumbrados , pero impedidos de hacerlo por el archimencionado Covid . Nuestro destino , la bella y querida región de Coquimbo , precisamente una de las ciudades más bonitas de Chile. Y si digo bonitas, pienso de inmediato en esa costanera larguísima que recorre dos grandes ciudades. casi 8 o más kilómetros de costa, nos referimos a La Serena.
El recibimiento como siempre fue de abrazos y sonrisas, luego dejamos los bolsos , desayunamos y descansamos un poco , para ir luego a buscar nuestro primer spot. La idea era desbloquear algunas olas que hace mucho tiempo queríamos conocer. Las condiciones y coordenadas estaban alineadas con nuestra energía y deseos que estuviera bueno. Les ha pasado que cuando uno desea tanto algo , que sucede …eso es Ley!.
Y así fue , llegamos a una derecha de muy buen forma, punta con fondo de arena, de largo trayecto y buena pared. Por suerte los locales estaban muy relajados y aprovechamos de correr bastantes olas. Terminando la sesión con la cara llena de risa y con mucha energía de seguir descubriendo y disfrutando de las bondades de la zona.
Al día siguiente, bajó un poco el tamaño del mar, por lo tanto teníamos que desplazarnos unos cuantos kilómetros más al norte para llegar a otra playa larga. Un beach break embancado por correntones. Una maravilla de la vida!! . La descripción de la sesión no se la contaremos de inmediato, porque afortunadamente nos tocó dos días buenos en el mismo lugar ….. auuuuuuu!.
En los viajes siempre hay tiempo para la dispersión y una parada clásica en nuestro itinerario es el bar Tsunami , ubicado en plena Av del Mar (casi llegando a 4 esquinas). Lugar en donde puedes comer rico y disfrutar unos increíbles tragos , con los amigos y amigas de hace algunos años.
Pero esta historia no se cierra si no es con muy buenas fotos y olas perfectas. Esta es la sesión que les comentábamos! … nos encontramos con izquierdas perfectas, formadas por el correntón, con un fondo de bolones y arena. En ellas podías concretar hasta dos maniobras y tubos en la segunda sección. Lo mejor de todo fue que a la salida nos estaba esperando el clan Bakulic, todos amantes del mar y de la buena vida, quienes con mucha alegría y buena voluntad, nos invitaron a compartir de su buena comida, conversaciones y risas. Todo en las pequeñas dunas que miraban el spot.
Con esto cerrábamos la primera parada de nuestro gran viaje al norte, que hace algunas semanas queríamos compartir con ustedes. Esperamos que les haya gustado… esto continuará!! .
A continuación pueden disfrutar de una entretenida sesión de fotos de Latinwave.
Por Fernando Cataldo / Equipo Latinwave.