Después de visitar Puertecillo hace algunos días, tenía unas ganas tremendas de escribir sobre esa pérdida de identidad de los surfers de la antigüedad. Suena raro decir del pasado, teniendo en cuenta que hace unos 10 o menos años, seguíamos encontrando lugares desiertos y acampando donde podíamos; inclusive aún lo hacemos y con muchas ganas, pero lamentablemente es difícil volver a disfrutar de lo mismo. Principalmente por los impedimentos territoriales que uno tiene.
Observamos nuestro entorno y vemos autos de acercamiento, vigilancia por todos lados, una persona que te ubica en el estacionamiento, restaurant estilo Santiago en plena playa, casas mirando el mar de magnitudes insospechadas.
No estoy en contra de eso, al contrario estoy a favor del desarrollo de las localidades , pero lo que no me gusta es esa pérdida de identidad, esa misma que llevó a esas personas a comprar en dicho lugar.
Que sería lindo poder tener una zona de camping habilitado cerca de la ola; o un lugar para los motor home al estilo California.
Otras de las cosas que noté a mi alrededor y de lo que quería escribir en un principio, es la extinción de los “surfer ratas”, esos que llegaban en forma masiva en un auto que ya se reventaba, esos que tenían sólo una tabla y de color bien amarillo; pero a pesar de su equipo técnico, surfeaban como lo dioses.
Ahora el tener camioneta o un auto grande, ojalá 4×4, se torna necesario (o quizás más cómodo o un lujo). Ahora eliges cabañas y vas con un pack de tablas colgadas bajo el brazo. Los tiempos han cambiado y ese espíritu que ya mencioné está ad portas de terminar.
Sólo nos queda recordar el acompañar sin costo junto a los árboles mirando la playa (dónde está el restaurant – al costado del Para de Gozar) y el deambular por la vida sin un veinte; sólo con la idea de vivir del aire y surfear para siempre, cómo diría un amigo: «al más puro estilo rata».
A continuación los dejamos con las mejores fotografías de una sesión, precisamente en lo único que no se ha modificado, en la ola perfecta de Puertecillo.
