GeneralNoticiasRecienteViajesSnow Trip Familia Moraga: «La vida es corta y es para disfrutarla»

Esta historia comienza una tarde de domingo en la casa de mi hermano mientras compartíamos una buena parrilla y unas buenas cervezas artesanales. Nos pusimos a conversar de muchos temas que a todos nos afectan, estar encerrados por meses, muchos planes que quedaron sin concluir, tantos viajes que pudimos hacer, entre otros temas que derivan en la pandemia que estamos viviendo. Es increíble como pasa el tiempo y no nos damos cuenta como estamos tirando a la basura momentos muy...
Latinwave Comunicacionesseptiembre 23, 2021

Esta historia comienza una tarde de domingo en la casa de mi hermano mientras compartíamos una buena parrilla y unas buenas cervezas artesanales. Nos pusimos a conversar de muchos temas que a todos nos afectan, estar encerrados por meses, muchos planes que quedaron sin concluir, tantos viajes que pudimos hacer, entre otros temas que derivan en la pandemia que estamos viviendo.

Es increíble como pasa el tiempo y no nos damos cuenta como estamos tirando a la basura momentos muy hermosos por miedo o temor de dejar a un lado nuestra rutina o por muchas variantes que impiden poder vivir al máximo nuestros días…

Hey bro- me dijo mi hermano- Cuando vamos a ir a la nieve, los niños no la conocen y siempre me piden que los lleve, aparte sería buenísimo que tú les pudieras enseñar tal como lo has hecho con tu hijo Lukas. Fue en ese momento cuando se me encendió la luz de la aventura y les dije: ¡Vengo recién llegando de un Snowtrip al sur con amigos y que mejor sería hacerlo en Familia!.

Tengo una familia bien aventurera y apañadora, siempre mis papás nos llevaron de viaje a recorrer Chile cuando éramos niños,  pero a medida que fuimos creciendo cada uno de nosotros fue creando sus propias vidas y tomando rumbos diferentes. Las juntas familiares siempre han estado vigentes, pero los viajes que hacíamos de niños, todos juntos, ya se habían olvidado por completo.

Sin pensarlo dos veces le dije a mi hermano – “Brother la vida es una sola y hay que vivirla al máximo; hoy y en cada uno de nuestros días restantes, vámonos a la montaña para que los niños conozcan la nieve”. Seguido de esto llamé a mis papás y les dije tomen el auto, suban maletas con ropa abrigada, porque nos vamos directo a la montaña, destino final: “Las Trancas” – Chillán ; ahora nos toca a nosotros llevarlos de paseo y hacerles un regalo por todos esos lindos momentos que nos entregaron en nuestra infancia.

Partimos rumbo al sur; Javier y Maite; mis sobrinos Josefina y Santiago; mi hijo Lukas y mis papás, Luis y Rosa.

Los expertos en el clima estaban avisando que iba a entrar una gran tormenta que afectaría a toda la zona central y sur de nuestro país, esto nos obligó a viajar con un fuerte viento y lluvia por toda la carretera.

Al llegar al destino solamente veíamos caer agua, lo cual no era lo que nosotros queríamos y por un momento pensé en que el viaje sería un desastre. Al pasar las horas los grados empezaron a bajar, los niños solamente querían ver cómo era la nieve y rezaban para que comenzara a nevar… Hasta que llegó el momento en que la isoterma se hizo notar y comenzaron a caer los primeros copos del tan preciado elemento blanco.

El momento más satisfactorio para mi fue cuando miré las sonrisas de toda mi familia y las caritas de mis sobrinos e hijo cuando abrieron la puerta de la cabaña y salieron corriendo al patio y gritaron “¡Siii, Al fin… Está nevandoooo!”. Lejos el mejor momento del viaje fue ése, precisamente cuando salimos todos a disfrutar y mirar al cielo mientras nevaba. Nunca nos imaginamos que lo que iba a pasar en esta fecha en Chile estaba a punto de suceder.

Pasaban los días y la nieve no paraba de caer, el forecast nos alertaba precaución meteorológica, marejadas por la costa, fuertes vientos hacia el interior y al menos 2 metros de nieve acumulada en sólo un día. Lo primero que se me vino a la mente fue comentar lo que se venía en estos días a la familia y con una sonrisa un poco nerviosa porque no sabía cómo iban a reaccionar, les dije:

“Familia nos vamos a quedar atrapados una semana por las intensas nevadas, lo único que tenemos que hacer es disfrutar y relajarnos, no se preocupen por nada porque nada malo va a pasar, esto es parte de lo lindo que son estos viajes”.

Ya comenté que mi familia es muy aventurera y apañadora, entonces no fue esta la ocasión para no dejar de disfrutar del viaje; sacamos entonces los equipos de nieve, nos equipamos todos y con tablas bajo el brazo, nos fuimos a buscar spots, esos que hace mucho tiempo no se sesionaban.

Los caminos estaban totalmente tapados con nieve, ya había caído aproximadamente 1 metro y la tormenta recién había comenzado. Entre caminos y senderos encontramos muy buenas bajadas, en las cuales nos deteníamos a analizarlas y sin pensar armábamos sesiones entre árboles nevados, juntos a algunos infaltables perritos cordilleranos que nos acompañaron en toda la aventura.

Este momento fue mágico, poder traspasar mis conocimientos de años sobre una tabla de snowboard, años conociendo el comportamiento de la montaña, años disfrutando de estos viajes, años de frío extremo…

Recién ahora pude mostrar a mi familia “por qué soy un enamorado de este deporte, adicto a la aventura de montaña y agradecido de la vida que he llevado hasta ahora”… Creo que cuando ellos estén leyendo ésto se darán cuenta que siempre es bueno un poco de locura y adrenalina en nuestros días;  y quizás entiendan que no podemos desechar nuestras vidas sin agregarle algo de diversión.

Son estos momentos los que nos llenan de alegría el corazón, espero que sus vidas ya no sean las mismas después de este viaje y ya estén pensando en otra aventura.

Los días pasaron y no paró la tormenta, sin darnos cuenta estábamos viviendo un nuevo terremoto blanco en la zona. Fueron 3 días de nevadas las cuales dejaron casi 2 metros de nieve fresca en la zona baja de Las Trancas; y más o menos 3 metros en la zona alta, casi cerca del volcán.

Autos tapados completos y casas semi ocultas,  era el escenario que se observaba al caminar por las calles, un espectáculo que agradezco haberlo vivido otra vez más en mi vida, luego de casi 10 años.

Siempre he estado progresando día a día en los deportes que practico, no se me pasa por la cabeza dejar de hacerlos, creo que son un elemento ultra vital para mantenerme feliz y con ganas de vivir otro día más al máximo.

Muchas veces me ha tocado enseñar a muchas personas practicar snowboard y otros deportes, pero esta vez fue especial para mi… La experiencia de haber entregado todos mis conocimientos a cada integrante de mi familia fue única y muy emotiva. He dejado un legado en ellos, mis sobrinos de 9 y 11 años descubrieron un nuevo deporte y creo que nunca olvidarán su primera vez en la nieve y de lo bien que lo pasaron deslizando en una tabla.

Ver a mi hermano y su señora disfrutar tanto como disfruto yo de la velocidad y paisajes , realmente no tiene precio. Poder sesionar junto a mi hijo Lukas, las mismas bajadas, los mismos saltos que construimos, las mismas líneas, es lo más emocionante que he vivido y me llena de orgullo verlo tan feliz disfrutando juntos lo que más nos gusta hacer en la vida.

Obviamente que siempre hay un técnico en el equipo y ese era mi papá, quien nos dirigía todas nuestras bajadas. Era el que nos decía nuestras fallas, nos celebraba cada truco que hacíamos y era el que nos esperaba con un rico asado al terminar las sesiones con la banda.

Agradezco a mi madre que sin ella la casa no hubiera estado tan tibia cuando llegábamos muertos de frío después de las sesiones, siempre nos tenía una sopita o un café servido.  Gracias a ella una simple cabaña de montaña fue transformada en un hogar en medio de la tormenta. Espero que hayas disfrutado de este regalo de cumpleaños madre mía.

Después de disfrutar una semana en familia, ver una tormenta desde otro punto de vista y disfrutar de ella, compartir anécdotas, risas, miedos, ronquidos, hermosos paisajes y hermosos momentos, lamentablemente todo llega a su final, pero no va a ser un final triste sino que será el inicio de un cambio en sus rutinas y en sus vidas; porque desde este viaje en adelante ya hay un pequeño lugar en sus corazones que les hará sentir lo mismo que a muchos de nosotros.

Desde ahora en adelante cuando se acerca una tormenta estarán pensando en que su próximo destino será otra gran aventura en la Nieve…

La vida es demasiada corta y es para disfrutarla, gracias por poder disfrutarla junto a cada uno de ustedes, “Gracias Familia”.

Por Maximiliano Moraga 

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