Lamentablemente como sociedad seguimos produciendo mucha basura, y sólo un 10% se recicla: Según el Informe de Estado del Medioambiente 2020, las cifras son desalentadoras.
Cada chileno produce un promedio de 1,19 kilos diarios de residuos, y en Santiago incluso más, llegando a 1,3 kilos. Paula Cofré tiene 26 años y es ingeniera civil industrial. Practica Trail Running, montañismo, ciclismo de ruta y escalada. Comenzó a subir cerros todos los fines de semana hace 5 años, y alta montaña (sobre 4.000 km) un año después.
El objetivo de esta celebración es reconocer la problemática ambiental en todo el mundo, no sólo a nivel local, y así crear conciencia sobre el daño irreparable que causamos al planeta.
Para la joven deportista es chocante a veces llegar a algunos lugares remotos y encontrar desperdicios: “Siento que se hace énfasis en el tema de no dejar basura, de no contaminar, pero hay gente que no tiene idea que las cáscaras de naranja también son basura, entonces siento que falta educar más, me gustaría que hicieran más campañas educando sobre estos detalles. Hay que hacer más campañas para generar conciencia de lo importante que es dejar el cerro tal como uno lo encontraste, y si hay desechos y puedes, llevártelos”.
Un dato interesante y sobre el cual tenemos poder de cambio: Se estima que cada chileno bota cerca de 220 kilos de comida al año, por lo que si sumamos a cada habitante, se desecha un total de 3.700 millones de kilos de comida, la cual termina en vertederos.
No obstante, hoy en día gracias al compostaje las personas pueden generar un cambio y disminuir fuertemente estos números. Se trata del cada día más famoso compostaje, técnica en donde conviertes en abono lo que antes eran tus desechos naturales.
Realizando cambios como este, disminuyen los efectos de gas invernadero, dada la descomposición de la materia orgánica generada de manera natural con ayuda de oxígeno, a diferencia de lo que ocurre en rellenos sanitarios.
Además de sensibilizar a las personas sobre la problemática medioambiental, este día se busca educar a la sociedad sobre el equilibrio que se debe mantener entre las personas y la naturaleza, y crear valores medioambientales.
Sobre Paula Cofré, su forma de vivir y ver la vida.
La embajadora Columbia se adentró en el trail running el 2021 en septiembre en el Ultra Paine, en noviembre Huilo Huilo y diciembre Navarino, la ruta más austral del mundo, y hacia el norte, subió el 2020 el volcán Ojos del Salado, el más alto del planeta, con 6.893 msnm.
También cruzó hace poco la frontera con Argentina para subir hasta la cima del Aconcagua, y nos cuenta que “Definitivamente es un cerro exigente, un muy buen desafío, tienes que cargar todas tus cosas, pero lo disfruté a concho”.
Paula tiene ciertos hábitos con los que ayuda a mantener limpio cada lugar al que va: Siempre lleva su propia botella, evitando comprar recipientes de plástico de un sólo uso o botellas que luego debe desechar.
Si puede ir a un lugar caminando lo hace, para reducir la huella de carbono causada por los automóviles. “Compro la ropa que necesito, lo mismo que los equipos para montaña, no compro por comprar”.
Todos podemos aportar con nuestra participación activa, haciendo pequeños cambios en nuestra vida. La embajadora de Columbia no sólo se preocupa de la basura que ella genera, sino que también siempre tiene alguna bolsa a mano para recoger los desechos que encuentra a donde va: “Si el cerro tiene sendero, no salirte para no dañar la flora, nunca jamás dejar basura, ni cáscaras de fruta. Todo altera el ecosistema”.
Cuida el planeta, es uno sólo.