¿Por qué lo hacemos?
Este relato lo he querido hacer durante mucho tiempo, pero creo que hay que demostrar sabiduría, experiencia y una madurez única, para poder hablar sobre ésto…
Muchas personas no entienden que es lo que nos hace día a día despertarnos y mirar el reporte semanal, ya sea de «La Ola», «La Tormenta que viene entrando», «En dónde están las mejores condiciones para ir a deslizarnos sobre nuestras tablas». Estamos en una constante búsqueda de tormentas, oleajes, vientos; soportando muchas veces climas muy extremos y que no cualquier ser humano lo podría aguantar.
¿De qué estamos hablando? ¿Qué es lo que queremos? . O simplemente… ¿Por qué lo hacemos?.
Me considero un deportista de alto rendimiento como muchos de los que están leyendo este artículo. Somos de alto rendimiento por el hecho de enfrentarnos a la naturaleza en su máxima expresión de agresividad y no importarnos nada; al contrario, nos encanta vivir todos estos momentos extremos y más aún lo disfrutamos a más no poder. Sómos pocos y sómos únicos en la especie. Disfrutamos de oleajes enormes, admiramos la belleza de montañas nevadas, podríamos vivir lejos de todas las comodidades a cambio de días de mucha felicidad, risas y hermosos momentos junto a los amigos y sesiones épicas.
Creo que la vida que llevamos no es coincidencia, sino sincronicidad. No existen las coincidencias, tan sólo la ilusión de que existen. La vida increíblemente pone a personas delante tuyo por alguna buena razón y no es por coincidencia. Depende de nosotros aceptar o negarse a esta aventura o interrogante, …. y precisamente acá es donde comienza el relato de Por qué lo hacemos…
Pensando un día, fin de Octubre, en guardar mi equipo de Snowboard hasta el próximo invierno, revisé el forecast y me dí cuenta que se estaba armando una tormenta súper inusual para la fecha en Chile. Se anunciaba un metro de nieve fresca para toda la cordillera, desde la zona central hasta todo el Sur. ¡Ésta no me la pierdo!, el sólo hecho de pensar en sesionar en Noviembre, en Chile, ya es una locura; pero andar powder en esta fecha, es totalmente irreal.
Se pensó y se hizo, me voy destino Sur de Chile. La sincronicidad para la mente racional se llama “casualidad”, sin embargo el destino tiene señales y hay que estar atentos para verlas. El universo tiene una especie de orden y el orden se dió en este viaje, coincidiendo completamente todo. Esta sincronicidad posiblemente puede ser tu alma gemela… Hice dos llamados, el primero fue: -«Cayó paquetón, Me voy a buscar nieve al Sur, ¿tienes tu equipo listo? ¿vamos?-, la mejor respuesta que puedes escuchar es: -¡No la pienso dos veces, Vamos!…- El segundo llamado a los Amigos y Sponsor fue: -«Buena bro, cayó con todo, me voy al Sur»-, la mejor segunda respuesta es: -«te estamos esperando, a qué hora llegas»… . Ya nos vamos acercando a la respuesta de este artículo.
En un anterior reportaje hablé sobre lo demasiado corta que es la vida y estamos acá para disfrutarla. «La vida no se vive solamente una vez, al contrario, sólo se muere una vez y se vive intensamente todo y cada uno de tus días, así que lo importante es pensar menos, arriesgar más y vivir aventuras que te dejen un hermoso recuerdo».
Entre mucha música, karaokes, hotdogs de servicentros, muchas risas y admiración por el hermoso paisaje que nos entrega la carretera al sur, nos acercamos cada vez más «a lo que nos mueve hacer todo lo que hacemos».
Llegando al Destino nos esperaba un paisaje totalmente nevado, cordillera blanca, largos ríos, imponentes araucarias, cielo totalmente estrellado y el hermoso loft de montaña que existe en la zona. Descansamos luego de un tremendo viaje; y a la mañana siguiente planificamos la expedición.
Despertamos con un día muy gris, casi con nevadas en el valle y sin pensar salimos todos rumbo al volcán Lonquimay, a fotografiar y buscar las mejores líneas del lugar. Imaginen que estaba nevando con polvo fresco estrella en el mes de Noviembre en Chile, algo totalmente alucinante. Tres horas de un estricto randoneo se lograron buenas bajadas entre araucarias milenarias y enormes rocas volcánicas. Fotógrafos listos, filmakers activados… Excelente bienvenida que tuvimos, simplemente felicidad en nuestras caras!!!
He escuchado por ahí que el hombre no vive solamente de Snowboard y es por eso que en los próximos días decidimos conocer la zona. Seguimos el viaje hacia el cruce Aduana Pino Hachado, llegando a un pueblito llamado Lonquimay, cabecera de esta área cordillerana. El trazado de su Plaza de Armas, formado por calles elípticas, le dan una especial y atractiva fisonomía. Pues bien, no nos bastó con eso, queríamos acción… ¿Qué hacemos acá?. Javi me dice: obviamente podemos encontrar unas buenas bajadas y ando con mi Surfskate… -¡Esooooo, listo, vamos!.
Una particular parada para abastecernos con unas buenas cervezas artesanales locales y se armó sesión. Eternas bajadas entre lagunas y muchas curvas destacaron la habilidad del equipo sobre otra disciplina de tabla muy similar al Snowboard, pero en asfalto. Ese día, entre algunas cervezas, terminamos celebrando en una tranquila fiesta con los anfitriones y dueños del Loft, los cuales recalcaron que lo que pasa en MalalcaLoft Represent se queda en MalalcaLoft Represent. Si me perdonan, no puedo contar nada más de esa especial noche, jajaja.
El mejor día fue el siguiente, programamos viaje y expedición a un centro de ski abandonado por falta de recursos llamado Los Arenales, del que se cuenta la leyenda que fue quemado por personajes en contra del proyecto turístico y algunos problemas territoriales. Pero esta nota es de Snowboard, entonces hablaremos sobre eso. Subimos moto a la Ram, un par de palas, equipo audiovisual, equipo de nieve y fuimos rumbo a Los Arenales. Un largo camino entre montañas te hace notar sin duda que estás sumergido en el increíble paisaje del Sur de Chile, las Araucarias nevadas y de fondo el imponente Volcán Lonquimay (se respeta). Muchos árboles nativos y muchos animales sueltos, te hacen pensar que estás en un pueblo de montaña europeo. Ojo !! que en Chile tenemos eso y mucho más.
Al llegar al top nos encontramos con un par de camionetas atrapadas entre la nieve. Como el increíble y conectado equipo de montaña que somos, nos bastaron un par de miradas para comenzar a rescatar a estas personas. Dejamos de lado nuestra expedición en busca de nieve fresca, creación de saltos y búsqueda de nuevos spots, por esta otra aventura que se nos presentó en el camino. Curiosamente en toda esta historia, mientras hacíamos todo el ajetreo de desenterrar los vehículos, se me acercó un extraño personaje, que montando en su caballo, observaba todo lo que estábamos haciendo; y me hace una pregunta que se me quedó grabada: ¿Por qué lo hacen?… Sinceramente, no le pude contestar nada en el momento, solamente guardé silencio para meditar y lo único que se me vino a la mente fue responder: «No lo entenderías».
¿Alguien como nosotros tiene respuesta a esta pregunta?
Continuamos el día haciendo lo que sabemos hacer, subimos motos por líneas inexploradas, caminamos entre bosques, las chicas también hacían lo suyo en la cuadri, motivadas bajando una línea mini jib que creamos; le sumamos varios tow-in con los amigos y Yamil en el momento preparaba en la parrilla un rico y fresco Atún. Se sumó un día soleado perfecto, que hizo el sueño realidad de muchos en el trip.
Para que me entiendan, es todo ésto lo que nos mantiene vivos, es lo que nos motiva día a día a despertar feliz y contentos, para pensar en otro viaje aún más soñado que el anterior, es lo que nos apasiona. Necesitamos siempre en nuestras vidas tener días así, ya sea solitarios o junto a muy buenos y reales amigos, parejas, familia, mascotas, etc… .
Los factores, como la sensación de peligro, la constante búsqueda del placer y satisfacción, la liberación psíquica y física, el aumento de la autoestima, son los que provocan en el deportista extremo ese enganche, provocando la famosa triada: serotonina, adrenalina y dopamina.
El inconveniente en estos casos, es que el cuerpo del deportista se acostumbra a estas sensaciones, por ello necesitas cada vez más … y cambiar continuamente de actividad buscando nuevos retos. Una vez que dominamos una bajada, tenemos que buscar otra más difícil, porque ya no se siente la misma emoción. Vivimos en una historia sin fin y es lo que nos encanta.
Creo que tenemos una esencia única e irremplazable en lo que hacemos, hay algo que nos provoca estar constantemente en una incansable búsqueda para encontrar una respuesta a la pregunta que todos los amantes de la montaña nos planteamos alguna vez, principalmente cuando tenemos hambre, frío o cansancio; y, aún así, seguimos yendo ahí arriba, “¿Por qué lo hacemos?”
Existe una conexión más allá de lo evidente, la que nos une a todos los que tenemos esta vida, nos volvemos adictos a algo que no entendemos, buscamos eterna felicidad, risas, adrenalina, endorfina, dopamina… Sólo creo que hay una única respuesta: súbete a alguna tabla, la que sea y deja que ella te guíe, que te indique dónde ir y qué hacer; entonces, después de eso sabrás realmente «Por qué lo hacemos»…
Mis más sinceros y enormes agradecimientos a Emilio (@yam_snow) y Ale (@aleaguilah) por tremenda hospitalidad, amabilidad y estadía en @Malalcaloft. A los que hacen posibles estos trips @malalcaloft @dogsydogs @proa.skate.coffee @slice_pizzeria_pichilemu @latinwave.cl y sobre todo a una gran mujer, persona, fotógrafa y seca en lo audiovisual, que logró capturar todo el viaje desde un punto de vista totalmente diferente y alucinante, gracias Javi @javilarreab.
«¿Por qué lo hacemos?»… Porque logramos que nuestros sueños se conviertan en Realidad ...
Nos encontramos en un próximo Snow Report para la familia LatinWave.
Texto: Maximiliano Moraga @maxi_shit
Fotos y audiovisual: Javiera Larrea @javilarreab