Llegamos a Guayaquil, el mismo 14 de febrero, Sin Valentín por supuesto, con mis amigas Milena y María Paz. Y lo primero que nos llamó atención fue el calor extremo y la pobreza del país, teniendo en cuenta que nos íbamos a encontrar con otra cosa. Pero en fin, ya estábamos ahí y había que «aperrar». Fue el momento de partir e ir a tomar el bus que nos llevaría directo a nuestro objetivo, pero...